Prueba Triumph Tiger Cub 200 Trial 1965

triumph tiger cub 200

tiger_logoLa forma en que ha evolucionado el Trial como deporte a nivel amateur, deja bien claro que practicar Trial con motos clásicas no es una moda transitoria, sino que se ha convertido es una alternativa prioritaria para cientos de aficionados que no entienden o comparten la evolución en técnica del pilotaje.

Cada vez son más aficionados los que optan por restaurar, preparar o actualizar modelos con más de veinte años a sus espaldas para revivir las sensaciones de una época dorada. El estilo de pilotaje, más pausado, rodado, elegante y de sensaciones, cautiva, cada vez más, a jóvenes y adultos.

Competiciones específicas de ámbito internacional como los 2 días de Robregordo, con más de 250 inscritos, o los propios Scottish Pre-65, justifican que la pasión por mantener las raíces de este deporte son muy fuertes.

En Trialworld ya hemos realizado pruebas a fondo de dos modelos que cumplen las características de una Pre65: la Bultaco Sherpa T Modelo 10 y la Sprite Trial 250. Ahora le toca el turno a otro mítico modelo, cuya marca no solo sigue viva, sino se ha convertido en una de las más populares del siglo XXI. Hablamos, como no, de Triumph.

El sueño británico 

Podemos decir que la historia de este fabricante británico es similar a la del Ave Fénix, que resurgió de sus cenizas. Triumph inició su actividad en 1885, aunque en aquel momento la firma se dedicaba a producir bicicletas. Sería ya a mediados de los años cincuenta cunado se realizaron los primeros prototipos de campo, procedentes de la Tiger Cub de carretera que comercializaba la marca: se montaban llantas más grandes, ruedas específicas de tacos y una corona de mayor tamaño a fin de ganar fuerza.

tiger1_450Finalmente fue del año 1961 al 1966 cuando Triumph lanzó al mercado el modelo Tiger Cub específico para campo, herendando la misma mecánica de cuatro tiempos que empleaba la versión de original.

La unidad que protagoniza este reportaje es una de las últimas que se fabricaron, e incorpora dos diferencias sustanciales respecto a las comercializadas hasta el año 1962. El primer motor tenía la caja de los platinos sobre el cárter central; después, ésta se recolocó, pasando al cárter derecho, encima de la palanca de cambios. La segunda diferencia, radicaba en la horquilla, que fue sustituida por una más robusta, visto que la original procedente de la Tiger Cub de carretera no aguantaba las exigencias del Trial.

Aunque este modelo es de por sí es exclusiva, hemos realizado sobre ella una serie de evoluciones en las últimas semanas para mejorar ciertas carencias del original.

En el grupo termodináico encontramos un carburador AMAL concéntrico MK I de 25mm. que alimenta un propulsor de 200 cc. refrigerado por aire, y la caja de cambios con cuatro velocidades, cuya palanca se acciona desde el lado derecho. En consecuencia, el pedal de freno se encuentra originalmente a la izquierda, aunque actualmente ya está adaptado para usarse desde la derecha. Esto significa que con el pie derecho accionamos el freno, el cambio y también el arranque.

Para completar la restauración, el depósito de aceite ha sido reubicado e integrado en el chasis, concretamente debajo del depósito.

En cuanto a las suspensiones, la Triumph equipa un doble amortiguador anclado directamente al basculante, sin muelle a la vista, aunque, como se observa en las fotos, éstos han sido sustituidos por unos Rockshocks de aluminio por gentileza de ARS Parts, cuyo espectacular rendimiento mejora de forma sobresaliente las sensaciones de un tren trasero con escaso margen de recorrido.

Los frenos no reciben cambios, manteniéndose los tambores de la época, cuyo rendimiento resulta además sorprendente en comparación con otros modelos una década más modernos que nuestra protagonista.

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 Con todo esto, la Tiger Cub marcaba 89 kilos en vacío, una cifra realmente buena si tenemos en cuenta que fue creada hace 50 años.

Sensaciones

Se dice que todo buen trialero debería ir, al menos, una vez en la vida a Escocia para participar en los Scottish. Hacerlo a los mandos de una Pre65 debe ser todavía una sensación más pura y emocionante. Trial auténtico: piedras redondas, ríos, musgo, barro. El hábitat perfecto para una moto como la Tiger Cub.

tiger4_450A pesar de que sus 200cc y casi 100 kilos de peso limitan bastante las aptitudes trialeras de la Tiger, sobre todo en terreno con grandes desniveles, el comportamiento es óptimo y rápidamente empiezas a interpretar cómo debes pilotar sobre una moto de estas características. Hay quien opta por incrementar su cilindrada hasta los 230cc e incluso 270cc.

El motor británico empuja bien, pero se acaba pronto. Lograr un buen equilibrio entre ambos factores es difícil, ya que un desarrollo demasiado largo podría arruinar el par motor con el que la Tiger empuja sin ayudarte del embrague en las zonas. En consecuencia, lo mejor es interpretar bien las virtudes de su motor, aprovechando inercias, evitando golpes secos de gas y jugando mucho con la gama baja y media de revoluciones.

Aunque un purista jamás lo hará. Si necesitas usar el embrague de la Tiger en plena zona, puedes hacerlo. Resulta sorprendente su progresividad y buen tacto. Sin duda, toda una ventaja para ayudar al motor en las zonas donde no tenemos más remedio que emplear velocidades largas, tales como fuertes desniveles de tierra u obstáculos que requieran mayor inercia.

A nivel de parte ciclo es una moto muy noble; fácil de meter en curva, equilibrada y estable. Se nota, respecto a una clásica de los setenta, que la Triumph quiere mantener pegados los tacos de ambas ruedas al suelo en todo momento, buscando la trazada; en definitiva, rodar. Gracias a los nuevos Rockshocks de ARS la moto ha mejorado mucho su comportamiento en obstáculos, ya que donde antes perdías rápidamente tracción, ahora sientes que la moto calca mucho mejor el terreno. No debemos olvidar que esta moto dispone de mucho menos recorrido en la suspensión trasera que una moto moderna, además de equipar neumáticos con cámara.

Esta unidad, propiedad de Trialworld, confiamos en que sí pise Escocia y a través de sus kilómetros recorridos podamos compartir con todos vosotros una sensación tan pura como es el recorrer los Highlands escoceses tal y como se hacía hace medio siglo.

Texto y fotos: David Quer / Acción: JLQ

Agradecimientos: Alfonso Bardos, José Franqueira (ARS) y Andrés Benzal (Vinces Motor)

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