La carrera de Trial más legendaria de la historia, es también la más larga de cuantas se celebran actualmente. En 2011 se celebra el centenario y muchos pilotos aprovecharán la ocasión para animarse a competir. Pese a que la dificultad de las zonas no es precisamente alta, sí que se trata de una prueba dura que requiere experiencia y conocimiento para poder afrontarla sin que suponga un calvario para el piloto. Con un mínimo de preparación, sin duda acabará siendo una experiencia verdaderamente inolvidable.
La inclemencia de la meteorología escocesa y las grandes interzonas son dos rasgos que distinguen a los SSDT, por tanto vamos a ver cómo debemos prepararnos para afrontar una carrera de semejantes características.
Texto: Trialworld / Fotos: archivo y G2F
Suspensiones: el terreno es muy resbaladizo, la ausencia de escalones y la temperatura normalmente fría aconsejan un tarado muy blando y suave de las suspensiones. La horquilla hay que desmontarlas, poner sus componentes a punto y cambiar el aceite por uno más fluido. El amortiguador debe revisarse a nivel de muelle e hidráulicos.
Motor: El propulsor ha de ser dulce, sin brusquedades. Esto se puede conseguir descomprimiendo la culata y dejando la carburación un poco más grasa. Con esto también minimizaremos el riesgo de sufrir gripajes en los largos recorridos por asfalto. La mayoría de zonas están casi a nivel de mar, así que el motor rinde bien.
Carburación: hay que comprobar el caudal de gasolina que ofrece el grifo y el nivel aconsejado por el fabricante de la cuba del carburador, puesto que con tantos kilómetros por asfalto es fácil que la alimentación se quede corta y sufrir el mencionado riesgo de gripaje.
Refrigeración: hay muchos motores que rompen simplemente por falta de refrigeración al acumularse el barro e impedir que entrase aire fresco al radiador. Por esta razón es aconsejable montar un faldón en la parte final del guardabarros delantero, a fin de minimizar la acumulación y salpicaduras. Un truco es manipular el protector de radiador y colocarlo de forma que no necesitemos herramientas para desmontarlo y limpiar el barro acumulado.
Filtro de aire: es aconsejable tapar con cinta americana cualquier posible acceso al filtro de aire de agua y barro. Siempre hay que tenerlo bien engrasado con producto específico.
Puños: pondremos alambre alrededor de los puños para evitar que giren sobre el manillar con la humedad y posibles caídas en zonas de agua o barro.
Estriberas: es aconsejable limar los dientes y dejar los cantos más vivos para mejorar el agarre en zonas de agua y barro.
Neumáticos: las presiones deben estar muy bajas para conseguir un agarre óptimo. Aconsejamos poner detrás 230 gramos y delante 350 (en frío). Además, es aconsejable cambiar el neumático trasero el tercer día.
Guardapolvos: es muy recomendable desmontar los guardapolvos de la horquilla cada día y limpiar a conciencia los retenes, añadiendo aceite (multiuso). Es un lugar donde se acumula mucha suciedad, sobre todo si hay lluvia.
Caballete: siempre montado.
Recambios: hay que llevar una riñonera con un eslabón de cadena, cinta americana, bridas, kit para reparar pinchazos, una cámara delantera, bujía y filtro de aire. Tampoco vendrá mal un poco de alambre.
Herramientas: llevad solamente las básicas. Destornilladores de calidad, llave inglesa, juego de llaves Allen (incluir la del eje delantero), una bomba para hinchar la rueda y manómetro.
Mantenimiento en carrera: hay que limpiar el filtro de aire a diario, aflojar la cuba del carburador por si hubiera entrado agua, engrasar bien la moto y revisar la bujía.
Consejos sobre la carrera
Mentalízate: durante los largos recorridos de interzona es fácil perder la concentración y llegar a la zona disperso. Por eso es bueno pararse un poco y analizar bien la zona, haciendo incluso unos estiramientos para estar más suelto en la zona. Es clave prestar atención a los pequeños detalles ya que las zonas no son difíciles y los puntos pueden ser determinantes.
Comida: lleva siempre unas barritas energéticas para no perder fuerzas durante la carrera. Eso sí, no pares a comer durante mucho tiempo para no enfriarte.
Interzona: los muchos kilómetros que se hacen por asfalto requieren respeto y tranquilidad, ya que puedes romper el motor por ir muy a fondo durante un largo tiempo. Hay que encontrar un punto de equilibrio y recordar que en Escocia se conduce por la izquierda, al contrario que en España.
Black Waters: estas trampas de barro son muy peligrosas, ya que es fácil enterrar la moto y salir disparado por encima del manillar. Cuando haya sospechas lo mejor es pasar por las zonas más altas y evitar las roderas. Si caes en la trampa de los black waters, lo mejor es apagar el motor para evitar que el filtro de aire chupe el barro e intentar balancear la moto de lado a lado.
Indumentaria: principalmente ropa de invierno, con chubasquero, gafas de cross sujetadas con cinta americana y aconsejable el llevar mascarilla protectora. Aconsejamos llevar un doble juego de guantes, uno de ellos de neopreno para las interzonas y otro par más fino para las zonas.
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