Tras la suspensión de la sexta etapa, que debía transcurrir entre Fiambalá y Copiapó, por el exceso de nieve en las cumbres y el mal estado del terreno, Laia Sanz y Marc Guasch han cubierto la ruta neutralizada, al igual que el resto de participantes.
Ha sido un día diferente para todos, sin las exigencias físicas de la carrera, pero sin la tranquilidad de un día de descanso. Sin duda, este parón obligado le ha ido muy bien a la vigente campeona de féminas del Dakar, que ha tenido un día más para recuperar la mano que se lesionó en la cuarta etapa del rally. “Lo que está claro es que un día más de reposo no le habrá ido mal a la mano. La tengo un poco mejor y creo que no supondrá un problema para el resto de la carrera”, explica.
Relajados y distendidos, los pilotos de Gas Gas han aprovechado la ruta para fotografiarse con el paisaje de fondo a más de 4.000 metros de altitud. “Hoy parecíamos turistas; hemos parado a ver el paisaje y nos hemos hecho fotos. Después de cinco días bastante duros, no está mal tener un pequeño descanso. Estaría más contenta si no hubiera recibido la penalización de la tercera etapa y si no hubiera perforado el depósito en la cuarta, pero eso ya no se puede cambiar”.
En cuanto a las condiciones climatológicas, la española no ha visto nada extraordinario a su paso: “Cuando hemos llegado a la cordillera no parecía que estuviera tan nevado y helado como imaginábamos, pero es muy posible que temprano, a primera hora, sí fuera peligroso. No lo sé porque no he visto como está el terreno de la especial”.
Mañana se retomará la carrera con el temido bucle Copiapó – Copiapó, de 444 kilómetros cronometrados, y que precederá a la etapa de descanso. Laia Sanz partirá en el 55º puesto de la general y Marc Guasch, desde el 57º
Fuente: KH7 Motor
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